Es solo para decirte
que el otro día
que fui al restuarante
que me gustaba
porque tenía aquel plato
que te dije
que era el que había visto
porque sabía
que el otro día
que te lo había dicho ya
que en ese sitio
que te dije que.
Me ha gustado, al estilo de los depurados poemas de William Carlos Williams.
ResponderEliminarEn realidad es un juego psicoligüístico que he leído en un libro que se llama el instinto de lenguaje de S. Pinker, sobre hasta que punto podemos retener en la cabeza cláusulas que no estén cerradas, es muy interesante. Y estos días estoy tonteando con algunas de estas cosas, está es la única que me parecido graciosa de las que he hecho. Pero gracias. Un saludo
ResponderEliminarQuerido Querido,
ResponderEliminar¿cómo va todo? te echo de menos y echo de menos saber de ti, ¿no recuperaste el correo? Un abrazo,
Alberto