No sé exactemente que voy a poner en este blog. Sería bonito tener algo así como un cuaderno, donde ver con cierta perspectiva lo que voy trabajando y dejar esos escritos en las manos de ese monstruo de mil cabezas que es el público, darle un poco de sentido a la ingrata tarea de escribir, ordenarme, ir siempre hacia el norte de los nortes.
Gracias por hacerme partícipe de esta aventura, Pablo. Intentaré pasar con cierta regularidad. Por lo pronto me ha encantado el poema de Cummings y la metáfora de las mil cabezas del público.
ResponderEliminarMucha suerte, amigo...
Pd. No te imaginaba tan joven. Si no fuera por el color y el fondo, te diría que te parececes un poco a Walt Whitman en una foto que le sacaron cuando debía rondar los treinta y pico.
Pues venga...
Salud.
D.
Muchas gracias Diego, con lo de Whitman me estoy ríendo bastante porque yo tengo esa imagen de él: un greñudo en paz con el mundo, totalmente opuesto a lo que soy yo; ahora mismo busco una de cuando era joven.
ResponderEliminarTodo un halago parecerse a él, de alguna manera.
Espero que esta aventura me vaya la mitad de bien que a ti.
un abrazo
¡chiquillo, todavía eres joven!
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