lunes, 26 de marzo de 2012

Un poema de Rafael Espejo

Nº15, he leído muy poco a Rafael Espejo, lo que he encontrado por internet y lo que algún amigo que me ha pasado. Sus libros siempre están agotados, al menos en la librerías donde voy, o me piden que espere un mes como mínimo.Imposible cuando vas a pasar 3 semanas por España. Reconozco que todavía no me animo a comprar libros por internet.
Tiene 4 libros, aunque yo solo he leído poemas de los dos últimos, El vino de los amantes y Nos han dejado solos. Me han gustado los dos. Pero el último me pareció extraordinario, con un lenguaje fresco, reflexivo y a la vez audaz; imágenes certeras, un léxico original y una impresionante capacidad lírica. Su poesía no es una ruptura, ni  un juego experimentador sino un paso más allá, el paso siguiente de una poesía cada vez más depurada.
Te dejo este poema que me enamoró, por su fuerza, por cómo va ambientando, por recrear también ese lugar común de la experiencia amorosa sexual con la que me siento profundamente identificado, y porque es un poema precioso, que se lee con gusto y que nos dibuja una mueca de agrado.Todos hemos dado ese paseo de vuelta a casa, cansados pero a la vez llenos de energía como flotando, recordando la maravilla de una noche deliciosa.


BUENOS DÍAS, NOCHE

De bien amar se vuelve
mascullado y hambriento,
con sabor en la lengua a carne cruda.

El suelo se amortigua,
los caminos convergen, silba el aire.

Con gesto agradecido,
con sonrisa imantada
por el impulso mismo que iza al árbol
al sol,
tararear al paso:

no puedo amarte más, no soy tan físico. 

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