viernes, 12 de febrero de 2010

Las vikingas

Este poema forma parte del libro sobre Islandia que llevo escribiendo ya algún tiempo, una pequeña nota folclórica, que por circustancias personales me hace echar mucho de menos aquella isla infernal. Espero que os guste.

Las vikingas no entienden de cortejos,
desovilladas lanzan su apetito
con sinceros anzuelos a la noche.
Sin el remilgo visceral del sur,
el sexo es sexo, consumible, limpio,
deportivo, antimetafórico, árido
-sin defraudarte. Se despiertan, hacen
la cama para el sábado y te planchan
la resaca, no hay dudas ni confusos acordes,
las cosas son las cosas, sin más vueltas,
una ecuación perfecta; y la mañana
tan fría como siempre.

5 comentarios:

  1. muy interesante este poema, muy bien logrado; islandia debe ser una tierra fascinante, no? excelente también la elección de autores que subís, me sumo desde ya a tus seguidores y te agrego a los links de mi blog.
    un placer haberte devuelto la visita.

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  2. Pues muchas gracias, Islandia es un sitio fascinante, aunque no volvería a vivir allí. un saludo

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  3. Fresco y divertido poema, esto también hace falta, al menos no es la poesía normal y aburrida de los monteriles y los visores, que hacen dudar a uno de la posibilidad de la gemación en la poesía. Un saludo,
    Clarice Lispector.

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  4. Gracias Clarice Lispector, aunque si loo piensa este poema sigue estanbdo mucho en esa línea, la villanía, la claridad, me temo que no me difrencio mucho. un saludo

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  5. Desde luego no parece escrto por Rimbaud, se parece bastante a la poesía de la normalidad (según la nomenclatura del Vicente L. Mora), pero una cosa es el esilo y otra el tema (bueno, no sé si son dos cosas o si son sepradas, pero sé que se pueden separar estratégica y virtualmente para mosrar algo) porque tiene un sano ímpetu malpensante que no va con la normalidad. Aunque poetas como Piquero están en esa línea. Hay otros como García Casado, o Wolfe (aunque este es todavía más irregular y cundo acierta es menos bueno) que tocan temas similares pero son mucho más duros que tú. Buah, el caso, que está bien pero no es una maravilla ni una innovación, es un aire fresco un día de mañana, no subirte al Empire y ver anochecer en Manhattan. Un abrazo,
    Clarice Lispector

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